Los propóleos son sustancias resinosas recogidas de las exudaciones de ciertas plantas y árboles y son potenciados por el añadido de elementos propios de la abejas.
Las pecoreadoras los recogen en forma de bolitas y los llevan a la colmena en sus cestillos de polen.
Alli los usan para diversas funciones:
-Barnizar el interior de la colmena
-Pegar e inmovilizar las estructuras del hogar
-Ayuda a dar mayor consistencia a los panales
-Cierran las grietas para evita corrientes de aire o frío del exterior
-Embalsaman los cadáveres de intrusos que matan dentro de la colmena y no pueden sacar fuera para evitar su putrefacción
Aunque los componentes básicos del própolis están identificados no se conoce totalmente su composición, ya que depende del lugar donde fuera recolectado.
El Própolis tiene propiedades antibióticas, fungicidas, anestésicas, cicatrizantes, antiinflamatorias y regeneración de tejidos.
Entre las aplicaciones terapéuticas se encuentran:
Problemas de la piel y regeneración de tejidos, en procesos de alergias, dolores dentales, estomacales y aftas bucales, inflamaciones de garganta, gastritis y úlceras gástricas, micosis vaginal, conjuntivitis, queratitis, glaucoma, otitis…
El Própolis tiene propiedades antibióticas, fungicidas, anestésicas, cicatrizantes, anti-inflamatorias y regeneración de tejidos.
No presenta contra-indicaciones en su uso y tomado vía interna, aumenta la inmunidad del organismo.
Para extraer el própolis de manera correcta y poder manipularlo de forma más fácil podemos incluir estas prácticas rejillas en la colmena…
¿pero como transformamos este producto con textura de goma o resina en algo para poder dosificar o tomar de forma más cómoda?
Debemos poner la rejilla en el congelador durante 12 horas, antes extraerla desinfectamos la encimera, sujetamos la rejilla desde las esquinas y la torcemos hacia lados opuestos, la resina se despegará y saltará del plástico, los restos los rascamos con cuidado.
Ponemos el propóleo en un molinillo para molerlo, luego lo colocamos en una pequeña fuente con agua para limpiarlo y que suelten las impurezas
Mezclaremos 300 grs. de propóleo puro por 1 litro de alcohol de 70º ( de uva o de uso alimentario) lo dejamos macerar durante 15 días, agitándolo todos los días al menos durante media hora.
Una vez haya macerado lo suficiente, filtraremos el líquido y ya tenemos nuestra tintura de própolis al 30 %.
La cantidad recomendada en adultos es de 7 gotas tres veces al día y, en niños es de 3 gotas tres veces al día, estas cantidades son para un uso general preventivo.
Es recomendable descansar en su consumo. No está recomendado su uso en mujeres que están dando el pecho ya que su fuerte sabor puede pasar a la leche y ser rechazada por el lactante. Si esto ocurriera bastaría con dejar de tomarlo. Algunas personas pueden desarrollar reacciones alérgicas al propóleo así que ha de empezarse a utilizar con precaución. Generalmente estas personas también presentan alergias a picaduras de abejas. El propóleo también puede potenciar la actividad de ciertos medicamentos como el SINTROM, por lo tanto, es imprescindible consultar con el medico para que ajuste la dosis de medicamento.